lunes, 15 de mayo de 2017

CONCLUSIÓN


Las xerófitas en general presentan hojas pequeñas, con el mismo objetivo, evitar la transpiración por los estomas, tanto es así que en ocasiones la reducción de las hojas llega hasta el punto de estar ausentes, realizando la fotosíntesis en el tallo. 

Las hojas, cuando están presentes, suelen ser duras, están esclerotizadas, pues acumulan lignina o celulosa, de esta manera la planta no está tan sujeta a la presencia de agua para mantener la forma de la hoja. Por otra parte es frecuente que las plantas xerófitas presenten las hojas de lado al sol, una vez más, para evitar la insolación directa. Por el contrario otras plantas xerófitas han evolucionado para contener agua en el interior de sus hojas, las llamadas plantas crasas o suculentas, de las que puedes leer más aquí (próximamente).

En general, este tipo de plantas son de hoja perenne, está presente todo el año. Además muchas xerófitas han adaptado su ciclo vital para evitar las temporadas de máxima evaporación, realizando gran parte de su ciclo en los meses fríos, que en estas regiones no suelen ser de temperaturas muy bajas.

Molecularmente las plantas xerófitas evitan la pérdida de agua y realizan un tipo de fotosíntesis que les permite aprovechar las horas de bajas temperaturas, la noche, para realizar la conversión energética. Entre las estrategias moleculares más conocidas encontramos la CAM y la C4.



Más información en: Biología, la Guía.



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